El sistema modular de Santos ofrece la posibilidad de seleccionar la altura del mueble, el zócalo y la encimera, a diferencia de otras opciones que solo permiten variar la altura de los dos últimos componentes. Al combinar estas tres variables según criterios ergonómicos y de capacidad, se logran composiciones cómodas y prácticas, que se ajustan a la estatura de los usuarios y optimizan el uso del espacio disponible.
La altura recomendada para una mesa de cocina suele ser de aproximadamente 75 cm . Esta medida está diseñada para ser cómoda para la mayoría de las personas al estar sentadas en sillas estándar, que generalmente tienen una altura de asiento de unos 45 cm.
Sin embargo, si la mesa se va a utilizar principalmente como una superficie de trabajo o isla central donde se estará de pie, una altura más adecuada sería de 90 cm a 92 cm. Esta altura es similar a la de las encimeras de cocina estándar y es más ergonómica para tareas que requieren estar de pie.
El sistema modular de Santos permite elegir la altura del mueble, el zócalo y la encimera, a diferencia de otras opciones que se limitan a variar la altura de los dos últimos elementos. Así, combinando estas tres variables en función de criterios ergonómicos y de capacidad, se consiguen composiciones cómodas y prácticas, que se adaptan a la estatura de los usuarios y sacan mayor partido al espacio disponible.
Los cuerpos de los módulos bajos de Santos se encuentran disponibles en tres alturas —84, 78 y 66 cm—, cinco profundidades —35, 45, 60, 65 y 70 cm— y doce anchos —15, 30, 40, 45, 50, 60, 70, 80, 90, 100, 105 y 120 cm—. También existen muebles bajos especiales, con cuerpos de dimensiones específicas. Este es el caso de los módulos bajos en esquina, con ocho anchuras —98, 103, 108, 113, 118, 123, 128 y 133 cm —, y de los módulos bajos en rincón, con anchos de 90 y 95 cm. Por otra parte, Santos dispone de una variante de anchos adicional destinada a fabricar módulos de puerta lateral a medida.
Los módulos bajos con profundidades superiores resultan idóneos para crear superficies de trabajo amplias, mientras que los de profundidades inferiores pueden ofrecer almacenaje adicional en islas, penínsulas o áreas complicadas de la planta.
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